4 claves que hacen de la Economía creativa un sector estratégico
Por: Angélica Hernández y Tatiana Brito, Conexiones Creativas.
Ilustración de Miss May Rivers (1891-1894)
¿Cuáles son los principios de la Economía Creativa que hacen de la cultura y la creatividad un punto estratégico para las economías en desarrollo?
1. Valor económico
La Economía Creativa contribuye con un 6,1 % al PIB mundial y entre el 2% y 7 % al PIB de las economías nacionales. Las industrias que globalmente han ganado terreno han sido aquellas relacionadas con el diseño de joyas (+271%), de estatuas y esculturas (+180%), de pinturas (+80%) y de artesanías (+57%). Han crecido también a niveles importantes las exportaciones mundiales de videojuegos (+140%), software y otras aplicaciones funcionales. Si bien otros productos culturales como los bienes cinematográficos, las exportaciones de periódicos y revistas y los bienes musicales han decrecido considerablemente, ello no significa que su consumo haya decaído. Al contrario, se lee más que antes, los músicos tienen más alcance y se ve más cine que nunca.
2. Valor de innovación
El sector de la Economía Creativa ofrece es innovador per se al estar basado en la creatividad. Es por esto que aquellos Gobiernos y empresas del sector tradicional que logren activar, extraer y retener su talento creativo, darle valor y rentabilizar la creatividad, tendrán una fuente inagotable (siempre que se estimule) de desarrollo, crecimiento, competitividad, diferenciación y valor añadido tanto en actividades tradicionales como en actividades de base tecnológica.
3. Valor social
La Economía Creativa asienta su desarrollo en el conocimiento y el talento, por tanto su implantación y crecimiento está liderada por la llamada “clase creativa”: científicos, ingenieros, profesores de universidad, escritores, artistas, actores, diseñadores, arquitectos, así como líderes intelectuales, figuras del mundo de la cultura, think-tank de investigadores, analistas y líderes de opinión, entre otros. Esto supone la generación de entornos basados en las tres “T” de Richard Florida, consideradas las bases actuales de las sociedades que prosperan: Talento, Tecnología y Tolerancia.
4. Valor sostenible
Las Industrias Culturales y Creativas basan su actividad productiva en el capital intelectual y la creatividad como insumos primarios, que luego se traducen en bienes y servicios con valor estético y funcional; por lo tanto, disponen de un input ilimitado.
Además, la Economía Creativa propone modelos económicos limpios, ecológicos y la mayoría de veces sostenibles, lo cual puede ser ventajoso en un mercado donde el consumidor tiende cada vez más a cuidar y consumir productos que cuidan o impactan poco su entorno.
Esperamos que estas ventajas despierten el interés no solo de otros sectores, sino de los emprendedores del sector, para motivarlos a estar cada vez más convencidos de que la Economía Creativa es una apuesta positiva hacia el futuro, solo debemos trabajarla.
Fuente www.ie.edu.
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